Ley N° 30021 (Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes)
Dr. Jaime Delgado Zegarra
Excongresista, director del Instituto de Consumo de la Universidad San Martín de Porres y autor de la Ley de Alimentación Saludable.
¿Cuál es el objetivo de la Ley N° 30021 (Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes)?
Bueno esta ley la hicimos el año 2012, se aprobó el año 2013 pero lamentablemente recién entró en vigencia el año 2019 por las presiones de grupos de “lobistas” interesados en bloquear esta iniciativa y, claro, el tema más visible o controvertido fue el sistema de etiquetado frontal que contiene los octógonos ahora en los productos altos en azúcar, sodio, grasas pero en realidad el objetivo de la ley N° 30021 es mucho más amplio por lo que busca es promover la ley de alimentación saludable, promover la educación nutricional en todas las escuelas, en todos los colegios, promover la actividad física diaria en todos los colegios, el expendio exclusivo de alimentos saludables en las escuelas, también en los centros de salud, regulación de la publicidad dirigida a los niños y se creó el observatorio para hacer seguimiento sobre el tema de sobrepeso, obesidad y todas las enfermedades crónicas que están derivando en ellas; entonces es una ley bastante amplia, no solamente se limita al tema del etiquetado.
¿Qué estudios se realizaron antes de la aplicación de la ley?
Bueno muchísimos estudios, mucha evidencia científica que da cuenta de que la ingesta de estas sustancias críticas como el azúcar el sodio, las grasas saturadas, las grasas trans; son productos muy malos para la salud y han generado toda esta pandemia de sobrepeso, obesidad y las enfermedades crónicas que son consecuencia de ellas. Sobre la base de esa evidencia es que Perú fue uno de los primeros países en la región junto con Chile en adoptar una legislación de esta naturaleza. Chile nos adelantó un poco por que entró en vigencia más rápidamente que nosotros, un par de años antes el tema de los octógonos, pero en realidad nuestra ley data del año 2013 incluso mucho antes de que en Chile estuvieran vigentes estos octógonos.
¿Por qué se aplican sellos negros (octógonos) y no los semáforos u otras alternativas?
Eso fue muy interesante, para comenzar; en nuestra ley del año 2013 nosotros descartamos el tema del semáforo y lo descartamos por un tema muy simple de entender. Cuando la gente, acostumbrada al semáforo como una señal de tránsito ve que está en verde significa “pasa”, si ve que está en rojo “para”, pero ¿qué pasa cuando un producto en un mismo producto vas a encontrar los tres colores encendidos al mismo tiempo?, el rojo, el amarillo y el verde; el rojo porque es alto en azúcar, el verde porque es bajo en sodio y el amarillo porque es medio en grasa. Entonces, ¿qué vas a hacer?, ¿qué harías tú cuando estás en una intersección y ves que el semáforo está prendido al mismo tiempo, el amarillo, el rojo y el verde?, crees que está malogrado. Es cierto. Entonces, ¿qué haces?, entras en duda. Lo mismo iba a suceder si aplicábamos el semáforo. El semáforo es un sistema que de algún modo está validando el producto. Si lo pones en verde los estás validando y esa nos es la idea porque un producto puede ser ultraprocesado y sin embargo ser verde porque es bajo en azúcar, o bajo en sodio y es ultraprocesado. Entonces nosotros optamos en la ley por una definición que, si el producto es alto en azúcar, en sodio, en grasas saturadas o contiene grasas trans deberá aparecer una advertencia clara y en la parte frontal.
¿Cómo definieron que la figura iba a ser un octógono?
No habíamos definido cómo iban a ser las figuritas, si un redondo, un cuadrado, un rectángulo o un octógono. Esto surge a raíz de que en Chile inicialmente lo que se estaba tratando de impulsar era el semáforo también, al igual que en Ecuador. Pero la industria en Chile se opuso radicalmente al tema del semáforo, entonces el gobierno tuvo que devolver la propuesta y el Ministerio de Salud dijo, bueno; “ya que no es viable el tema del semáforo”, (porque la industria se ha opuesto y ejerce mucho poder la industria en Chile). Entonces, buscaron otras alternativas, de ahí es que convocaron a hacer focus group con niños, amas de casa, gente el pueblo y le dijeron: “¿cómo entenderías mejor el concepto de alto en azúcar? y, ¿bajo qué figurita?” Entonces ellos dijeron “si me dices alto en azúcar yo lo entiendo, así de claro, pero si me vas a decir esto equivale al 10% de la ingesta diaria con kilocalorías, etc, yo no lo entiendo. Alto en azúcar me parece claro.” Y, ¿en qué figurita o en qué gráfica te gustaría o lo comprendería mejor? Y fue a través de estos focus group que la gente, los niños dijeron y “¿cómo se llama esas señales de tránsito que dice “pare”, “alto”?”. Ah… eso es un octógono, eso nos suena muy familiar y de ahí nació el octógono. Entonces cuando el Ministerio de Salud le dijo al gobierno “bueno, ya que la industria no quiere el semáforo proponemos que sea este octógono que no es un invento del funcionario público sino recogido de lo que piensa la gente y el gobierno dijo: “okey, está bien”. Cuando la industria se dio cuenta de que esto iba a ser mucho más impactante, simple, directo; porque lo entiende un niño de seis años. ¿Saben cuál fue la reacción de la industria? “No, no queremos los octógonos ahora sí queremos el semáforo”. Claro; se daban cuenta que el semáforo era un engaño y así nació el octógono por eso es que cuando en Perú se tuvo que definir a través del reglamento y el manual de advertencias cómo tenía que ser esa señal de alto en sodio, alto en grasas, alto en azúcar se consideró este elemento; se hicieron focus group, también estudios de campo y se determinó que el octógono era la señal más familiar para la gente. Es por eso que el octógono ahora ha sido aprobado en Perú, en Uruguay en México (que ya en los próximos meses va a estar en vigencia) también.
¿Tuvo éxito la aplicación de sellos frontales en los alimentos procesados?
Por supuesto que sí. Ha tenido un tremendo éxito porque aproximadamente un 20% de las industrias ya han reformulado sus productos. Han reformulado para bajar los niveles de azúcar, grasa; han eliminado muchos de ellos las grasas trans para no tener que poner la advertencia. Y claro, esa fue la primera etapa.
Ha pasado más de dos años desde que la ley entró en vigencia. ¿Qué cambios en la conducta del consumidor observó?
Lo dicen las encuestas, la gente ha cambiado su actitud. Ahora son mucho más cuidadosos al momento de elegir o cuando ven un producto que tienen dos o tres sellos dicen “bueno, voy a comer con un poco de moderación”. Sí ha habido un cambio de actitud en el consumo y a eso es lo que le temía precisamente la industria.
¿Los sellos frontales de advertencia en los alimentos procesados pueden afectar la libertad de elección de los consumidores?
Por el contrario, lo que está garantizando es su libertad de elección. Porque los consumidores en general no tenemos formación nutricional, no sabemos qué son las kilocalorías o las grasas saturadas, insaturadas, poliinsaturadas. Pero una advertencia tan simple como “alto en grasas saturadas”, “evite su consumo excesivo” ya te está diciendo de manera muy clara y simple. Eso sí lo entiende. La industria no quería eso precisamente porque esa información clara y sencilla puede más bien cambiar la actitud del comprador.
INDECOPI (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual) declaró ilegal la aplicación de los octógonos, ¿qué puede decirnos al respecto?
Fue una decisión desatinada, media descabellada y además muy cuestionada porque quienes firmaron esa resolución tenían serios conflictos de intereses. Uno de ellos siendo parte de una consultora que llevaba la cuenta nada menos que de Coca Cola y el otro que había sido gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias y la Sociedad de Industrias siempre se ha opuesto a la Ley de Alimentación Saludable y a los octógonos. Entonces, ambos tenían serios conflictos de interés. Esa resolución ha sido apelada y hemos escuchado al propio presidente de la república dar disposiciones al Ministerio de Salud de que siga adelante con la Ley de Alimentación Saludable y el etiquetado. O sea, el propio INDECOPI ha apelado de su propia resolución para que te des cuenta digamos, lo absurdo de la misma.
¿Cuál es el sistema de fiscalización para el cumplimiento de la ley?
Bueno, ahí yo creo que la fiscalización es débil porque INDECOPI dice que está fiscalizando y de hecho han abierto algunos procesos, pero; ¿en qué consiste la fiscalización? Simplemente en verificar las etiquetas. A ver; esta etiqueta tiene 22% de azúcar y no tiene octógono. Bueno está bien, pero nadie está examinando el contenido del producto; es decir, nadie está comprando el producto, nadie lo está mandando al laboratorio para definir si realmente lo que dice la empresa es 22% de azúcar lo es realmente. Porque pueden tener 25% y como para eso tendría que tener octógono le puso en la etiqueta 20% y como nadie controla en nuestro país se están burlando de la ley. Entonces, yo creo que falta una mayor y efectiva fiscalización. En Chile por ejemplo el gobierno dispuso que se analicen los productos, se toman muestra de los productos, se mandan a los laboratorios y se demuestra que si lo que están declarando las empresas es verdad o no. Aquí no se está haciendo eso. Lamentablemente.
¿Pueden los ciudadanos denunciar el incumplimiento de la ley?
Podemos denunciar, de hecho, el colegio de nutricionistas del Callao lo hizo, ha presentado 37 denuncias, pero ahí tenemos otro problema; el INDECOPI cobra 1400 soles para admitir una denuncia por casos de etiquetado de productos, lo cual suena absurdo. Esas son las cosas que tendrían que cambiar. Es absurdo que el peruano tenga que pagar derechos para presentar una denuncia.
Para finalizar, un mensaje para todos los consumidores.
Un saludo para todos los profesores y docentes de la Universidad Nacional del Altiplano, a mí me complace también en algunas oportunidades dictar algunas clases allá como invitado. Y, sobre todo, a la gente de nutrición, que siga trabajando fuertemente; porque esta crisis del Covid 19 nos ha puesto en evidencia que una mala alimentación que devienen enfermedades crónicas ha hecho mucho más vulnerable a las personas y esto es gravísimo. Así que nuestro reto es: alimentémonos bien y dejemos de comer tanta chatarra.